Los tres chicos del equipo siete caminaban por las calles de Konoha rumbo a la tienda donde Naruto acostumbraba comer. Sakura y Sai no pudieron negarse a su invitación puesto que este chico contaba con tres cupones para comer ramem gratis.
Se sentaron en las mecedoras donde platicaron mientras esperaban su almuerzo.
-Sakura te agradezco que hayas curado mi brazo después de que el inmaduro de Naruto me cortó con su shuriken-destacó Sai.
-No fue nada.
-Sai de verdad creí que estabas esperando mi ataque para entrenar-comentó Naruto mientras despeinaba su cabello.
-Normalmente habría esperado tu embestida-dijo tranquilamente el pelinegro-pero estaba dormido.
-Si…, lo noté cuando no esquivaste el primer shuriken que te lancé.
-Ya paren de pelear-exigió la pelirrosa.
Ambos la obedecieron.
-Niños, aquí tienen su almuerzo-avisó el cocinero.
-Oiga señor, ya no somos niños somos jounin-refunfuñó Naruto.
-Es verdad, han crecido. Sai y Sakura ya son unos muchachos grandes-se dirigió a ellos ignorando al chico rubio.
Naruto se calló del banco al entender lo que el hombre estaba insinuando.
-También soy adulto-se quejó.
Después de haber terminaron de almorzar, Sakura fue a visitar a su amiga Ino en la florería, mientras Sai y Naruto fueron al bosque ha descansar y en especial Naruto que se comió ocho tarros de ramem.
Cuando Sakura llegó a la florería abrió la puerta y entró. Se quedó viendo las rosas recién cortadas que estaban a la venta. Al ver los racimos hechos de jacintos, se quedó pensando en que había llevado unas flores iguales a Sasuke hacía ya varios años.
-Sakura, ¿cómo estás?-preguntó una chica rubia.
La chica regresó a la realidad después de su breve viaje al pasado.
-Ino, quiero hablar contigo.
-Claro, sube.
Cuando llegaron en la habitación principal de la casa de la rubia, se sentaron en los extremos de la pequeña mesa que estaba en el medio del lugar.
Una señora de edad entró detrás de ellas.
-¿Quieren té?
-Se lo agradezco Sra. Yamanaka, pero almorcé hace un instante.
-Gracias mamá.
La mujer se retiró del lugar cerrando la puerta.
-Sakura, dime ¿que pasó hoy?
-Naruto hirió a Sai en el brazo.
Ino se alteró al oír tal noticia.
-¿Cómo está?-preguntó levantando de su lugar.
-Cálmate Ino, solo fue un raspón. Lo curé inmediatamente cuando me percaté de su herida.
La chica volvió a apoyarse en sus piernas, pero esta vez más calmada.
-¿Por qué me preocupas así?
-Porque me pediste que te contara todo lo que hacía tu novio.
-Si y lo estás haciendo muy bien-rió.
-Tan bien que él ya lo sabe. Me lo dijo y desde ese momento comenzó a portarse bien-relató la pelirrosa.
-Es mejor así. Lo que tengo que contarte......., nada.
-¿Qué?
-Se supone que mientras vigilas a Sai yo debo darte información de Sasuke, ese era el trato.
-¿Trato?, Ino…tú te ofreciste a darme información de él.
-Si, pero se que te importa.
La pelirrosa se quedó callada.
-Sakura, hace un año que él volvió a la aldea. ¿Qué has hecho para acercarte a él?
-Nada. Él sigue siendo el mismo chico frío y orgulloso de siempre.
-Y tú sigues enamorada de él-completó Ino.
Sakura bajó la mirada.
-A veces pienso que nunca me va a aceptar y tal vez sea mejor que me de por enterada Pero aun así no dejaré de amarlo